viernes, 30 de octubre de 2009

zonas erógenas

Ya que hemos hablado de lo que significa ser un Buen Amante, de sus características y comportamiento; me parece prudente tratar el tema de las zonas erógenas. Tomando en cuenta que cada Hombre o Mujer que se lanza a la empresa de amar y ser amado debe conocer no solo su cuerpo sino también el de la persona con quien comparte el lecho.
Por consiguiente, las Zonas Erógenas son muchas de tantas herramientas Útiles a la hora de amar.

Las zonas erógenas son partes del cuerpo humano
con más sensibilidad y cuyo estimulo tiene como finalidad activar sexualmente a una persona. Indudablemente la principal zona erógena de los humanos es el cerebro, dependiendo de las conexiones neuronales de aceptación o de rechazo respecto de cualquier área del cuerpo será o no una zona erógena. Por ejemplo, para muchos homosexuales el ano es una importante zona erógena, mientras que para algunos heterosexuales es zona prohibida y no permiten que sea estimulada por nadie.
Es acertado decir que las zonas erógenas prácticamente son las mismas tanto en hombres como en mujeres, teniendo en cuenta las pocas diferencias anatómicas.

Las Zonas Erógenas mas comunes de la mujer son:

El Cuero Cabelludo, Los Ojos, Oídos, Boca, lengua, Cuello, Axila, Espalda, Pezón, Cintura, Ombligo, Clítoris, manos, muslos, punto G, etc...


Cuero Cabelludo: masajear el cuero cabelludo, además de producir mucha relajación a quien se deja hacer puede también servir para estimular a la pareja mientras se acompaña con otras caricias o bonitas palabras siempre que se encuentre en situación favorable para realizar el acto.

Ojos: Besar la parte de los párpados de los ojos además de ser una demostración de cariño y confianza el uno en el otro resulta muy estimulante por los nervios que confluyen en el.

Oídos: a mucha gente le gusta susurrar al oído cosas sensuales, resulta muy excitante debido a la cantidad de terminaciones nerviosas existentes. Si se acompaña con un movimiento leve del delicado lóbulo de la oreja lamiéndolo, soplándole o mordisqueándolo, siempre con cuidado, puede producirse una gran excitación. Hay que tratar estos puntos con suma delicadeza debido a su extrema suavidad.

Labios: Los labios (de la boca) son los primeros órganos que pueden ser excitados (con besos y caricias) para continuar con el resto de zonas de la piel, si la estimulación de estos labios es acompañada con la estimulación de los labios vaginales se llega a un punto de no retorno cuando se está predispuesto a mantener una relacion sexual.

Lengua: En la boca se ubica otro órgano retráctil que es la lengua, llena de sensibles glándulas y da mucho juego a la hora de estimular sensualmente cualquier zona erógena de la piel.

Cuello: El área del cuello y de la clavícula es una región muy sensible. Besarlo y lamerlo, incluso soplarle o acariciarlo sin llegar a tocarlo produce una sensación tan cercana al placer que incluso llega a erizar el vello en la piel. Al mismo tiempo el cuerpo reacciona encendiendo la pasión siempre que la caricia esté correctamente hecha. La zona está llena de vasos sanguíneos, así que hay que tener mucho cuidado porque si se trata con brusquedad pueden quedar contusiones conocidas como mordeduras del amor. La nuca también es muy propensa a producir excitación al tiempo que es tratado con dulzura.

Pezón: el área que forma el pezón y areola que conlleva tiene infinidad de terminaciones nerviosas que se excitan con una caricia, una lamida o un soplo de aire tibio procedente de la boca.

Advertencia: No vayas directo a sus pezones. Presta atención a la zona de los costados de los senos y entre ellos. Usa las palmas de tus manos para hacer movimientos circulares sobre sus senos.
Practica: Coloca una uva entre tus dientes y muévela con la lengua. Cuando puedas hacerlo sin romper la cáscara, quiere decir que ya sabes cuál es la cantidad exacta de presión que debes ejercer sobre sus pezones para causarle el mayor placer.Puedes probar con deslizar un cubo de hielo sobre sus pezones, luego soplar y besarlos.

El estómago:

Empieza por sus costillas creando una sensación de electricidad estática al colocar tu mano un centímetro por encima de su estómago, sin tocar su piel. Ella sentirá el calor de tu piel. Cuando ella menos lo espere, desliza tus dedos por su estómago. Cuando cierre los ojos concéntrate en la parte inferior de su abdomen y acaríciala con la punta de un pincel o brocha de maquillaje en lugares inesperados. Una de las formas más fáciles de excitar a tu pareja es sensibilizándola con una combinación de caricias que se alejen lo más posible de la rutina.

Muslos: el interior de los muslo es una zona sensible cuando la mujer esta bastante excitada, responde al mas mínimo roce debido al fluir de la sangre que se desvía hacia el interior de los muslos causando un aumento en la temperatura del interior de las piernas mientras la parte exterior se va enfriando.


La ingle: Con la palma de tu mano presiona toda su zona genital, alterando tu ritmo y presión. Luego imagínate un reloj: Con su clítoris a las 12, coloca tus dedos a las 4 y a las 8, donde se encuentran nódulos nerviosos muy sensibles. Acaríciala con movimientos circulares y lentos. Gradualmente estimúlala más directamente a ambos lados del clítoris. Luego desliza tu lengua de las 6 a las 12, pasando por encima del clítoris. Luego coloca tus labios alrededor del clítoris y disfrútalo.


El perineo: Todo lo original es excitante. La zona entre el ano y la vagina (el perineo) es normalmente territorio inexplorado, por lo que aventurarse hacia ahí es tan excitante. Además, el perineo está lleno de terminaciones nerviosas, ya que es de la misma piel que los labios vaginales. Aquí puedes acariciarla suavemente de arriba abajo.

El Punto G: No te apresures a penetrarla con tus dedos. Sólo si el acceso resulta fácil, coloca tu dedo dentro de su vagina con la palma de tu mano hacia arriba y muévelo como lo harías si estuvieras llamando a alguien con el dedo para que se acerque. Así estarás acariciando la parte interior de su vagina.Esta zona, conocida como el Punto Grafenberg o Punto G, comienza a ponerse rugosa, a hincharse y palpitar. Eso significa que le gusta lo que estás haciendo.

Espalda: la espalda se presta para muchos juegos eróticos; recorrer el sendero de la espalda con una uva fría causa una sensación indescriptible debido al cambio de temperatura del cuerpo. Dejar rodar una uva por la espalda es una idea fantástica para estimular dicha área.

nota: no te resignes a aceptar solamente lo conocido; el cuerpo humano esta lleno de zonas no exploradas. descubrelo!

¨ La imaginación es el mejor aliado del amante ¨



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